De corbatín y frac. Perfume caro, colonia, lavada de dientes con seda dental y listerine. Incluso con desodorante por ser ocasión especial. Afeitada de barba y de huevas. Talco a posteriori. Uñas cortas, mirada incandescente. Peinado Chic, sonrisa Pep. Crema de cuerpo, bronceado natural. Cruz-Johnson y Camiroaga envidiosos. El primero por el bronceado, el segundo por el entero.
Sala 404. Magna universidad, pasillos anchos, miradas por doquier. Veo fosas nasales abrirse para inspirar mi aroma. Siento feromonas soltarse. Babylee funciona. De fondo, Salvatore Adamo, "Mi gran noche". Me detengo a analizar el edificio, buscando el salón. El 404, ése es mi número. Pulgar e índice en la barbilla, relucen las colleras. Con voz sensual, pregunto a una chica "Hey, nena, ¿la 404?". Me apunta hacia el norweste. Linda chica. A su lado, Javier Miranda. Su voz resonó como prepúber al lado de la mía.
Entro al salón. Rebosante, los decibeles son asesinados espontáneamente. Mis tacones resuenan. Me arrepiento de haberme puesto tacones. Iba tan bien por la chucha. Puta ahora parezco maraco. No importa, concéntrate, concéntrate. Puta que larga la wea de sala, suenan los tacones culiaos. Podrían poner una alfombrita....
Recompuesto. Confianza reencontrada, nunca perdida. Miro a la joven de la primera fila. Fijo, decidido. En su dimensión ocular reflejo mi saeta hacia la audiencia. Oigo un suspiro, sube la temperatura. Ropa interior se moja, la atmósfera está candente. Alguien se tira un peo, pero el ambiente es tan sexy que huele a lavanda.
Es mi primera vez como orador. Invitado especial, carreras de Psicología y Trabajo Social. Comportamiento humano. El experto. El gurú. De las pampas, el cachero. Preparé discurso figurativo, poético. La prosa insulta al intelecto.
Declamo:
Los momentos humillantes
Llamar al mozo y no responde
Los momentos humillantes
Hacer parar la micro y sigue de largo
Los momentos humillantes
Estornudar en un minuto de silencio
Los momentos humillantes
Saludar al cumpleañero dos días antes de su cumpleaños
Los momentos humillantes
Llevar el mismo regalo que le regalaron hace 10 minutos
Los momentos humillantes
Alardear frente a una eminencia
Los momentos humillantes
Cantar fuerte y desafinado en la micro a causa de audífonos
Los momentos humillantes
Tirar una talla de lo puta de la novia
Los momentos humillantes
Pagar el precio justo y no recibir boleto en la micro
Los momentos humillantes
Agarrada de mejilla de la vieja
Los momentos humillantes
Saludo unilateral
Los momentos humillantes
"El cantante se equivocó en la letra"
Los momentos humillantes
Recibir el canto del "cumpleaños feliz"
Los momentos humillantes
Echarle sal al café
Los momentos humillantes
La espinilla en la nariz
Los momentos humillantes
Chocar esos cinco contra el puño
Los momentos humillantes
El sonar de la alarma el sábado. Levantarse, ir a la pega
Los momentos humillantes
No tener suficiente para dar propina
Los momentos humillantes
Mojón rebelde de visita
Los momentos humillantes
Marcha comunista alzando brazo derecho
Los momentos humillantes
Pegarte en el dedo chico del pie. Escuchar "sóbate pa callao"
Los momentos humillantes
Lechuga en el diente
Los momentos humillantes
"Usted es de los Campusano de San Felipe?" "No"
Los momentos humillantes
Ofrecer la otra mejilla. Recibir un segundo cachuchazo
Los momentos humillantes
Esperar por los aplausos
Los momentos humillantes
Momento de los aplausos. Quebranta el silencio una carraspera faríngea aislada. La alumna portal a la que miré fijamente se pone de pie. No sería adecuado el sexo en este momento cúlmine. Espero mi alabanza, mi aplauso, mi ovación
- Disculpe, estamos esperando al profe de economía
- ¿Ésta es la sala 404?
- Sí... del edificio de ciencias económicas...
- Ah... bueno, sí... en ese caso...
- El momento humillante
Me retiro. Momento humillante.
Afuera Salvatore Adamo: "cómo te fue"
"Cállate conchetumadre"
Javier Miranda carcajeaba.
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